Estando a su lado, Caperucita pudo por fin, liberarse de su eterno personaje aniñado, dejando al descubierto la mujer en la que se había convertido.
Y colorín colorado,
el verdadero cuento ha sido contado.
"La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha." (Michel de Montaigne)
Estando a su lado, Caperucita pudo por fin, liberarse de su eterno personaje aniñado, dejando al descubierto la mujer en la que se había convertido.
Y colorín colorado,
el verdadero cuento ha sido contado.
Entonces
se detuvo a escuchar, cerró los ojos y la música le guió allá donde Uma le
esperaba, ataviada únicamente con siete vaporosos y suaves velos, para
recibirle con los brazos abiertos y el corazón henchido de amor.
Acercándose
a Shiva, deshizo cuidadosamente todos los nudos de las cuerdas que mantenían el
pesado equipaje atado a su espalda y comenzó su rítmica, sugerente y trival danza
en espiral alrededor suya, hasta que ambos cuerpos se sintieron livianos como
plumas y se elevaron en el aire para alcanzar el éxtasis.