"Todo lo que no avanza, retrocede. Por eso, de nada sirve que te cruces de brazos y pretendas anclarte en un punto donde te encuentres cómodo. Aunque tú no lo quieras, te estás moviendo y hacerlo en un sentido u otro... sólo depende de ti." - Mila P.G.

¿Amas o temes?

En todas nuestras relaciones tiene que darse, simultáneamente con otros sentimientos, el respeto.

Pero no son pocas las veces en que el respeto es sustituido por el miedo... hijos que temen a sus padres, padres que temen a sus hijos, personas que temen a sus parejas, etc.

Sin embargo, donde hay temor, no hay amor. Porque el miedo es lo contrario al amor... nadie puede amar a quien teme.

Y lo que es peor, por miedo perdemos nuestra identidad, nuestra esencia. Vamos disfrazando nuestra verdadera personalidad hasta que ni nosotros mismos podemos reconocerla. Pensamientos que nunca se tornarán palabras, porque las ahogamos en el silencio. Sentimientos que se reprimen hasta que se pudren en las entrañas. Acciones que se ocultan engrosando la pesada capa de la culpabilidad.

Por ello, no estaría de más que repasáramos los verdaderos lazos que nos unen a las personas a quienes pensamos que amamos. Si descubrimos miedo o temor, (temor a perderles, miedo a sus reacciones, etc.) será mejor que nos replanteemos si queremos seguir manteniendo esos lazos o deshacer el nudo.

Porque en el fondo, lo que estamos descubriendo es que tenemos miedo a ser nosotros mismos... y no hay amor más verdadero que el que se da desde la auténtica manifestación de nuestro SER.