lunes, 20 de julio de 2020

Tantra: El renacer


Y un día, al despertar, se sacudió los restos de la piel que había estado habitando hasta el momento.

Se sintió renacer después de oscuras noches y días interminables.
Y con ellos, se fueron la niña herida, la adolescente caprichosa y la madre sobreprotectora que fué tantas veces.
Se miró entonces al espejo y solo vio a la amante sin condiciones, a la compañera sonriente y a la diosa que todo trasciende, presencia y consciencia del momento presente.
Y supo al instante, que ahora era mucho más de todo lo que había sido anteriormente, de todo lo que la alejaba de su esencia y ocupaba su mente.

miércoles, 8 de julio de 2020

El pacto


Ese día el sol, el viento y la luna los vieron llegar e hicieron un pacto secreto.
El sol, antes de despedirse, convirtió en hermosos espejos dorados el agua contenida entre las rocas que les rodeaban...
El viento calmó su desatada fuerza y se tornó brisa suave que invitaba a mecerse cuando se fundieron en un abrazo...
La luna iluminó sus rostros cuando se miraron a los ojos en la negrura de la noche...
Y así, comenzaron las eternas caricias, que traspasaron la piel para llegar al alma. Se besaron con la ternura y delicadeza de quien besa cicatrices para sanarlas.
Porque a estas alturas, ambos se sabían hechos de retales y trozos de su yo, roto en mil batallas.
Entonces el mundo se paró para ellos, y olvidaron el pasado y no pensaron en el futuro, tan solo sostuvieron el presente entre sus manos.
Y sus rostros reflejaron la serenidad y la belleza que da el saberse ligeros de equipaje, liberados en esos instantes de toda carga. Sus sonrisas delataban la felicidad de quienes sueltan, confían y agradecen.