martes, 11 de julio de 2017

Alma de roble



Y qué le hago yo si no nací con alma de junco, que amparado entre otros muchos como él se doblega en la dirección que sopla el viento para perdurar... y qué le hago yo si nací con alma de roble, que se mantiene inmóvil y firme, enraizado a la tierra sin miedo al daño que el paso de la tempestad le pueda ocasionar.